“Toda la Tierra hablaba una misma lengua y usaba las mismas palabras. Al emigrar los hombres desde Oriente, encontraron una llanura en la región de Senaar y se establecieron allí. Y se dijeron unos a otros: «Hagamos ladrillos y cozámoslos al fuego». Emplearon ladrillos en lugar de piedras y de betún en lugar de argamasa; y dijeron: «Edifiquemos una ciudad y una torre cuya cúspide llegue hasta el cielo. Hagámonos así famosos y no andemos más dispersos sobre la faz de la Tierra». Pero Yahveh descendió para ver la ciudad y la torre que los hombres estaban edificando y dijo: «He aquí que todos forman un solo pueblo y todos hablan una misma lengua; siendo este el principio de sus empresas, nada les impedirá que lleven a cabo todo lo que se propongan. Pues bien, descendamos y allí mismo confundamos su lenguaje de modo que no se entiendan los unos con los otros».
Así, Yahveh los dispersó de allí sobre toda la faz de la Tierra y cesaron en la construcción de la ciudad. Por ello se la llamó Babel, ​porque allí confundió Yahveh la lengua de todos los habitantes de la Tierra y los dispersó por toda la superficie.”

Génesis 11:1-9​

La humanidad siempre ha tenido como una necesidad vital el construir, no solo su vivienda básica, sino también obras grandiosas.    Así se han hecho portentos como STONEHENGE en una de las islas británicas, las gigantescas esculturas de la isla de PASCUA (Moáis) en América de Sur, los colosos o atlantes de Tula, o las cabezas olmecas en México, entre otros muchísimos ejemplos del instinto constructivo de los seres humanos.

La religiosidad del hombre lo ha llevado a construir increíbles construcciones dedicadas a la divinidad.   Monumentales pirámides en todos los continentes y grandes templos en todas partes de la Tierra, siempre buscando la mayor altura y grandiosidad posible.    

Mientras las piedras basálticas, calcáreas, mármoles o granitos fueron los materiales disponibles, la altura de las construcciones fue muy limitada.   Si se quería alcanzar mucha altura, se tenía que usar una gran cantidad de material. Como ejemplo se tiene la pirámide de Keóps -la mayor de las más de cien pirámides de Egipto- que pesa seis millones de toneladas, con una altura de 143 metros.

Los griegos y los romanos construyeron sus templos usando columnas pétreas y cubiertas ligeras, básicamente de madera.   Más tarde se usaron grandes arcos y bóvedas de piedra; y en el Renacimiento, con técnicas constructivas más refinadas se hicieron obras más altas, pero con menos peso.   En la mayor parte de las ciudades antiguas del mundo, una iglesia, una catedral o un templo ocupan el centro y es la construcción más alta.

El descubrimiento y uso del hormigón armado con varillas de acero y los muros hechos de tabiques de barro o de concreto, fue lo que permitió la construcción de edificios más altos.  Pero no fue hasta que se comenzó a usar el acero, cuando, con la invención del ascensor, se hizo posible mayor número de niveles.

Una de las primeras obras hechas únicamente con acero fue la torre Eiffel, que con un peso de 7300 toneladas, alcanzó una altura de 300 metros.  Es decir; que alcanzó más del doble de la altura de la pirámide de Keóps con un peso 822 veces menor.   Es curioso saber que la torre Eiffel pesa menos que el cilindro de aire que la contiene.

En 1931 se inauguró en Nueva York el rascacielos Empire State Building de 102 plantas, que fue el más alto del mundo hasta 1971con una altura de 381 metros.   A la fecha -49 años después- existen ocho rascacielos más altos que el Empire State, pero varios más están en construcción.  

A la fecha hay poco más de veinte edificios de más de cien pisos de altura, siendo el más alto del planeta es el Burj Khalifa en Dubái, con 163 plantas, construido básicamente con hormigón armado.

En construcción está la “Jeddah Tower” o “Torre Yeda”, también llamada “Kingdom Tower”, que es un rascacielos ubicado en Yeda, Arabia Saudita.   El proyecto se anunció el 2 de agosto de 2011, y está dirigido por el arquitecto estadounidense Adrian Smith, quién también diseñó el Burj Khalifa.   En un principio la construcción se proyectó para 1600 metros de altura, pero en mayo de 2008 los datos arrojados por los estudios del suelo revelaron que no sería posible, por lo que se redujo a 1000 metros.   Sería de planta triangular con el objetivo de soportar mejor las fuerzas ejercidas por los vientos.

A pesar de que la obra está detenida con aproximadamente cien pisos hoy en día es el rascacielos más alto del mundo en construcción.

Está plenamente demostrado que el material ideal para hacer rascacielos es el acero, pero tiene el inconveniente de la oxidación o corrosión.    El costo directo de la corrosión de las estructuras de acero en los Estados Unidos, de 1999 a 2001, fue de aproximadamente 276 mil millones de dólares anuales, algo así como el 3.1% del Producto Interno Bruto (PIB).

La primera muestra histórica de aleación de metales la tenemos en la India, donde en el año 400 D.C. se construyó el Pilar de Hierro de Delhi, de tan sólo 7.21 metros de altura.    El Pilar de hierro de Delhi ha pasado a la historia de la siderurgia por haber sido capaz de estar en pie 1600 años sin haber sufrido las consecuencias de la oxidación.

En el año 1913, el inglés Harry Brearley estaba combinando distintos metales en busca de aleaciones de acero útiles para la construcción de cañones de pistola. Un día se percató de cómo una de esas aleaciones no se había herrumbrado. Aquella aleación de acero, compuesta de un 0,24% de carbono y un 12,8% de cromo, había sido fabricada por primera vez el 13 de agosto de 1913, y hoy está considerada como la primera aleación de acero inoxidable.   El descubrimiento se publicó en enero 1915 en el New York Times.   Poco después Brearley intentó conseguir la patente en Estados Unidos, encontrándose con el hecho de que Elwood Haynes ya había patentado el acero inoxidable antes que él.

Aparte de Brearley y Haynes en Estados Unidos, hubo otros dos estadounidenses, Becket and Dantsizen, que trabajaron con aleaciones con similar cantidad de cromo entre 1911 y 1914, y los alemanes, Eduard Maurer y Benno Strauss, que trabajaron entre 1912 y 1914 con cantidades mayores de cromo y algo de níquel.

Actualmente son innumerables las aleaciones de acero inoxidable y sus propiedades físicas, y pueden contener elementos como cromo, níquel, molibdeno, wolframio (tungsteno) y nitrógeno entre otros.   Estas aleaciones de acero inoxidable como el austenítico o el dúplex, abren la posibilidad de hacer estructuras mas altas y sin problemas de mantenimiento.

TORRE LUNA

Este proyecto de un rascacielos de 505 niveles, lo hice inspirado por el arquitecto norteamericano Frank Lloyd Wright (8 junio 1867 – 9 abril 1959), que en 1956 proyectó un rascacielos de 528 pisos, 76 ascensores de cinco cabinas y 1609 metros de altura (una milla), al que llamó “The Illinois” o “The High Mile Tower”.